Facebook anunció esta semana en su «sala de prensa» virtual de un cambio en sus políticas de privacidad que, sin duda, afectará a la tranquilidad de los padres y madres (nos hemos acordado mucho de las amatxos y aitatxos que se han pasado por nuestra oficina las dos últimas semanas para participar en el curso de redes sociales para padres, ¡este post os lo dedicamos a vosotros!).
Para los que no estén familiarizados con los diferentes niveles de privacidad de Facebook, contextualizamos: Cuando una persona se da de alta en Facebook tiene la posibilidad de compartir su contenido (textos, fotos, enlaces, etc.) con una persona, ciertas personas de sus contactos, todos sus amigos de Facebook o el mundo entero. En el caso de los menores (de 13 a 17 años), Facebook se curaba de espanto y limitaba las publicaciones algo más, con el objetivo de proteger la información que los adolescentes pudiesen subir a sus perfiles en Facebook.
Así, hasta ahora era imposible que las fotos, textos o contenido de los menores en Facebook fuese público. Pero, atención, ya que esa realidad ha cambiado. Desde hoy, los menores de edad podrán compartir sus estados, imágenes y enlaces públicamente. Tal y como recordamos en las formaciones a los padres, público significa público en su máxima expresión: visible para toda aquella persona que llegue hasta ese perfil, tenga Facebook o no.
Llega el momento de concienciar aún más a los menores sobre lo que supone subir una imagen a Internet y ofrecer unas pautas de navegación segura y privacidad de contenidos para evitar posibles sustos.
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