Una de las cosas que más nos gusta de nuestra oficina son las vistas. Dirigir la mirada de vez en cuando hacia la ventana para ser consciente de que existe monte, arbolado y naturaleza da power cuando llevas 8 horas frente al ordenador. La estampa es hermosa si no fuese porque una vez al mes (aprox.) somos testigos de la muerte o lesión de algún pajarillo fruto del engañoso reflejo.
¡Pues hoy no! El lindo pájaro que veis en imagen se ha colado como Pedro por su casa y, pese a haber pasado un poco de miedo al principio, después ha cogido confianza y ¡se ha atrevido a posar de esta guisa!
Acto seguido ha huido al baño, donde lo hemos podido capturar para poder devolverlo a la madre naturaleza. Qué momento más bonico, ¿eh?
P.D: La semana que viene pondremos unas pegatinas para que no haya más incidentes aviarios.
P.D.2: Sí, nos hemos sentido muy Félix Rodríguez de la Fuente.
Deja tu comentario