No encontramos mejor manera de despedirlo que agradeciendo su gran aportación a nuestro día a día, bien en el ámbito de la tecnología, las relaciones sociales y la diversión.
(Web de Apple)
Cualquier momento es bueno para escuchar el discurso que ofreció en Stanford, sobre todo si estás pasando una época en la que no sabes qué hacer con tu vida, ves un futuro incierto o crees haber fracasado en algún aspecto de tu vida de manera estrepitosa. Él, como todo ser humano, también cayó al lodo laboral y personal, pero supo levantarse y mirar hacia delante. Su discurso es un chute de energía, de confianza y de positivismo. Aunque lo hayáis escuchado un millón de veces, os aconsejamos volver a hacerlo.
Thanks dude.
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